
El engagement, la fidelización y el compromiso laboral son aspectos fundamentales que cualquier organización quiere obtener de sus equipos. ¿De qué sirve apostar, seleccionar y formar a un grupo de profesionales si ante una nueva oferta de trabajo se van a la competencia?. Cuando esto ocurre supone una gran pérdida para la empresa y no solo económica sino también de valores y reputación online.
Una cosa está clara, una persona que no valore ni disfrute con su trabajo nunca va a aportar lo mismo que otra que se identifique con lo que hace y que además se sienta satisfecha. Es aquí cuando entra en juego tu papel como manager. Un buen líder no solo aplicará las acciones necesarias para fomentar el engagement de sus equipos sino que también potenciará la motivación y el compromiso laboral.
Equipo comprometido: Equipo productivo
Dicho así parece sencillo pero nada más lejos de la realidad y es que para conseguir el primer paso es dar. Como líder deberás ofrecer confianza, seguridad, reconocimiento, escucha activa y reputación entre otros valores. Ya lo decía el refrán, el que siembra recoge y en función de la semilla que elijas obtendrás unos u otros frutos. ¿Quieres un equipo con engagement?, entonces pregúntate, ¿qué estás dispuesto a ofrecer/transmitir?
Analicemos los siguientes datos. Según uno de los últimos estudios realizados por State of the Global Worlplace de la organización Gallup, en donde se toma una muestra de 142 países, solo el 13% de profesionales a nivel mundial están comprometidos con su trabajo. Un 63% están desconectados y el 24% restante activamente desconectados. Esto último quiere decir que no solo están insatisfechos laboralmente sino que así lo expresan y transmiten por lo que puede convertirse en un problema mayor.
Los empleados satisfechos trabajan comprometidos y reman en la misma dirección que la empresa porque sus metas y valores son comunes. Los activamente insatisfechos son tóxicos y transmiten su malestar a otros.
Con estos datos creo que ya puedes sacar tus propias conclusiones. No debemos confundir en ningún caso el grado de satisfacción con el compromiso. Puede haber trabajadores felices o satisfechos pero con apenas engagement en la empresa. Compromiso significa proactividad, aportación por ambas partes. Es posible estar a gusto pero no aportar nada.
¿Qué hacer entonces como manager para estrechar lazos de compromiso y confianza (Employee engagemenet)?
5 Acciones que potencian el compromiso laboral

Enamóralos de ti
¿Estás dispuesto a ejercer este hechizo sobre ellos? Para que una persona confíe en ti debes de transmitir confianza y seguridad, solo así se abrirá dejando salir su mejor versión. Tener un líder al que admirar y que además inspire a otros es un factor muy solicitado por las empresas. ¿Eres tú uno de ellos?. La coherencia debe de ser una de tus principales cualidades como líder. ¿Haces lo que dices o dices lo que no haces?. Para que tu mensaje resulte creíble debes predicar con el ejemplo.
Fomenta la comunicación abierta. Si un miembro de tu equipo se siente cohibido, criticado o juzgado a la hora de exponer sus ideas, dejará de hacerlo convirtiéndose en alguien pasivo y que simplemente ejecuta órdenes. Por supuesto debes de garantizar la confidencialidad de esta comunicaciones.
Expectativas realistas e información transparente
Algunos managers confunden el compromiso con la sobrecarga de trabajo ejerciendo presión sobre sus equipos por fijarse metas poco realistas. La consecuencia suele ser el estrés, la ansiedad, la insatisfacción y el temido burnout (trabajador quemado).
Para que esto no ocurra es importante entre todos fijar metas y plazos. Si los dejas participar en el cronograma su grado de compromiso laboral será mayor.
Adicionalmente la transparencia suma puntos al engagement común. Si compartes con el equipo datos relevantes del proyecto que en otra ocasión no hubieras desvelado se sentirán reconocidos y parte de la iniciativa.
Feedback continuo
Es posible que al inicio de un proyecto tu equipo se sienta motivado y comprometido con los resultados y en algún momento del proceso esta actitud decaiga. Será tu responsabilidad como líder saber qué es lo que está ocurriendo, cuál es la causa de este cambio. La única forma de hacerlo es mediante el feedback continuo.
Existen una serie de indicadores que no solo se deben medir al inicio y final del proyecto sino que la etapa «durante» se convierte en primordial para que no se desvíe la meta. Hace años medir el feedback era costoso y complejo. Hoy en día gracias a las nuevas tecnologías contamos con aplicaciones como la de Happyforce para hacerlo rápido y de forma segura.
Ofreceles un propósito elevado
Podría ser algo en equilibrio con su propósito vital. Como líder deberás conocer muy bien a cada uno de los miembros de tu equipo y esto conlleva averiguar sus valores, filosofía de vida, creencias y propósitos vitales.
Si en un mismo proyecto puedes ofrecerles algo que contribuya a incrementar este objetivo personal te los habrás ganado para siempre.
Por ejemplo si uno de los valores de un trabajador es la sostenibilidad y le ofreces la oportunidad de participar en un proyecto que respete y potencie el respeto medioambiental utilizando recursos ecológicos, su engagement será máximo. Trabajando en este proyecto estará alimentando su propósito vital y sentirá coherencia con sus valores. Se sentirá orgullosos de lo que hace y esta sensación es tremendamente poderosa.
Los conflictos se afrontan unidos
A lo largo de un proyecto no todo es de color de rosa. Lo habitual es que surjan piedras en el camino y con ellas se pueda formar algún conflicto. Los conflictos si se gestionan bien son elementos enriquecedores en los que todos los miembros deben de participar unidos.
Como líder debes alejarte de posturas rígidas o jerárquicas en las que solo tú tengas voz y voto. La supervisión excesiva genera un sentimiento de indiferencia. Permite participar al grupo, dos cabezas piensan y resuelven mejor que una. Quizás la solución esté donde menos te lo esperes.
Esta acción contribuirá a mejorar el clima laboral y el sentido de pertenencia al grupo. Unidos ante la adversidad y frente al éxito. Para conseguirlo una buena estrategia es la creación de «espacios felices» en la oficina o lugar de trabajo.
Cada equipo es único y heterogéneo. Las aptitudes de un buen líder te permitirán identificar las cualidades del grupo. Aplicar las herramientas adecuadas para un engagement efectivo y duradero forman parte de tu rol.
¡Ya estás preparado! Tan solo nos queda desearte mucha suerte en este nuevo propósito.
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