Burnout: síndrome del profesional quemado. ¿Cómo cortarlo de raíz?

La incertidumbre forma parte de la vida y en su justa medida es un factor que contribuye a incrementar nuestro nivel de felicidad. El hecho de no conocer el futuro produce en nosotros altas expectativas y esperanzas. Ahora bien, el enorme grado de incertidumbre al que está siendo sometido este 2020 ha traspasado la barrera de lo saludable y el síndrome del burnout o lo que es lo mismo “el trabajador quemado” ha repuntado hasta cifras insospechadas.

Y es que el burnout se relaciona con el agotamiento físico, mental y emocional crónico. No debemos de confundir este término con el estrés laboral, que también existe, pero se manifiesta con síntomas y consecuencias diferentes.

¿Cómo saber si los trabajadores de tu empresa sufren este síndrome? ¿Cuáles son las claves para evitarlo o cortarlo de raíz al mínimo síntoma?

¿Qué es el síndrome del burnout?

Se trata de una afección que se identifica con una sensación crónica y diaria de profundo agotamiento físico, mental y emocional. Las causas de este síndrome pueden ser variadas. En este sentido, el tiempo es crucial para detectar el problema y atajarlo. Cuanto más tiempo pase un profesional con estos sentimientos, peor será su estado mental provocando un descenso continuo en su motivación y por tanto productividad.

Imagina que tu trabajo consiste en realizar algo que te gusta y se te da bien de forma natural. A esta situación añádele un reconocimiento colectivo e individual por cada logro que consigas (microrecompensas). Además tienes acceso a  políticas de conciliación, flexibilidad y promoción interna. En esta situación, probablemente acudirás cada día a tu trabajo con una sonrisa puesta y ganas de superar nuevos retos.

Ahora imagina todo lo contrario. Quizás te sientes atrapado en un trabajo que no te gusta y no se te da bien pero no te has dado cuenta. Quizás te has “conformado” con esta situación porque no hay nada que hacer y piensas que deberías de dar las gracias por tener trabajo. A lo mejor empezaste con mucha energía en la empresa pero tras un tiempo sin reconocimientos, promoción interna o la ausencia de lo que se conoce como “salario emocional”, has caído en la rutina y ya todo te da igual. Vas a trabajar porque de algo hay que vivir. ¿Ves la diferencia?

Es importante saber que la OMS (Organización Mundial de la Salud) reconoce el síndrome del burnout en entornos laborales como una enfermedad y este reconocimiento entraña en vigor el 1 de enero de 2022.

Algo me pasa ¿será estrés laboral o burnout?

En ocasiones no es fácil diferenciar si lo que está padeciendo un trabajador es estrés laboral o el síndrome del burnout. Existen una serie de preguntas pista para diferenciar ambos términos e identificar al «trabajador quemado”

  • ¿Sientes estrés por tener que ir a trabajar cada mañana?
  • ¿La motivación por tu trabajo se ha esfumado?
  • ¿Sientes que vives para trabajar y toda tu vida entorno a ello?
  • ¿Te sientes impaciente e irritable con tus compañeros o clientes?
  • ¿No estás satisfecho con tus resultados en tu puesto?
  • ¿Padeces cefaleas crónicas, dolores de espalda u otros problemas físicos sin explicación aparente?
  • ¿Te levantas sin energía a pesar de haber dormido bien?
  • ¿El trabajo ha cambiado tus hábitos de sueño o alimentación?
  • ¿Sientes que consumes más alcohol, tabaco u otras drogas de lo habitual?

Si el trabajador contesta de forma afirmativa a varias de estas preguntas es muy probable que estés ante un caso de burnout.

¿Cómo se llega a una situación de burnout?

Un trabajador quemado suele pasar por diferentes fases antes de llegar hasta aquí.

1- Fase de entusiasmo

Ocurre al principio, cuando el trabajador comienza en la empresa. Lo hace lleno de ilusión y expectativas por lo que ofrece una alta entrega e implicación.

2- Fase de estancamiento

El trabajador empieza a darse cuenta de que existe un desajuste entre las demandas, recursos y la desigualdad entre su esfuerzo y los resultados obtenidos. Aparece el estrés.

3- Fase de frustración

El trabajador ya está desmotivado. Comienza la frustración por las expectativas del principio y esto produce desequilibrios emocionales, cambios de humor, sentimientos negativos, dolencias físicas, malas relaciones con el resto de trabajadores, etc.

4- Fase de fuego

Llegado a este punto, el profesional ya está abatido, con sentimientos de vacío permanente, se encuentra muy lejos de su propósito vital, sufre distanciamiento con el resto del equipo, desvalorización profesional y estas sensaciones de su  vida laboral las traslada a su vida personal.

Además de todas estas consecuencias para el trabajador también debemos valorar las consecuencias para la empresa y el resto de compañeros. Una persona con burnout puede resultar incómoda para compartir un proyecto profesional, provocar rechazo en los demás o contaminar al resto.

¿Cómo detectar el burnout y cortarlo de raíz?

Existen diferentes herramientas para tener a raya el burnout dentro de tu empresa. Las encuestas de clima son una de ellas ya que os indicarán el grado de satisfacción del profesional dentro de la organización.

No nos olvidemos que pasamos la mayor parte de nuestra vida trabajando, por lo que el hecho de crear “nice places to work” que inciten a un buen clima laboral será fundamental para librarnos del burnout.

Si queréis que estas encuestas sean lo más fiables posibles, lo ideal es utilizar herramientas digitales anónimas como las que ofrece Happyforce. De esta forma el profesional se sentirá seguro y responderá ofreciendo un feedback verdadero.

Atención a la etapa onboarding

El onboarding es mucho más que la etapa de integración del profesional en la empresa. Teniendo en cuenta las fases (anteriormente descritas) por las que pasa un trabajador, nuestro objetivo debe de ser mantener esas altas expectativas y ese excelente nivel de motivación con el que entra en el equipo.

La etapa de onboarding debe centrarse en que el profesional tenga un rendimiento positivo de forma rápida y que además se integre cuanto antes en la filosofía y valores de la compañía. De esta forma se estarán sumando puntos para que no abandone su puesto de trabajo y se reduzca el ratio de rotación.

¿Cuenta tu empresa con un programa de bienvenida?

La atracción de talento no finaliza en el proceso de reclutamiento, debemos de saber cómo mantenerlo. Para ello la mejor alternativa es contar con óptimos programas de bienvenida que respondan a las necesidades de todos los empleados y se identifiquen con una cultura de bienestar.

Escucha y comunicación activa

Como ya comentamos en otros post, las escucha activa consiste en escuchar sin interrumpir poniendo toda tu atención en la persona con la que te estás comunicando.

Para que la comunicación fluya algunas de las vías que debes activar son:

  • Contar con planes de coaching o actividades de salud emocional (mindfulness en organizaciones)
  • Crear una cultura corporativa abierta y transparente en donde el feedback se ofrezca de forma constante 
  • Tener programas de bienestar que aborden la salud física y emocional

Limitar la carga de trabajo a resultados realistas, reconocer los logros de los profesionales de forma colectiva e individual, contar con canales de comunicación y escucha activa, ofrecer programas de flexibilidad, trasmitir que cada persona cuenta, facilitar la desconexión tecnológica altibajo, etc, son todos aspectos claves para evitar el burnout.

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