
En los tiempos que corren la conciliación entre la vida profesional y la personal se ha hecho muy necesaria y es que en plena pandemia, muchas son las familias que tienen que hacer malabares para llegar a todo. Por suerte y gracias a la tecnología, hoy en día no es necesario solicitar una reducción de jornada o rechazar un puesto de trabajo por falta de flexibilidad. Existen múltiples opciones a las que el trabajador se puede acoger para cumplir su jornada laboral completa sin perder la conciliación. Las analizamos en este post.
Programas digitales para la supervisión de la jornada
El presencialismo o calentamiento de la silla está pasado de moda. Las empresas se han dado cuenta de que lo importa no es el número de horas que un profesional destine a su trabajo sino la calidad y resultados que obtenga. Para que estos sean buenos debe de estar entre otras cosas motivado y para ello es necesario implantar políticas de flexibilidad y autonomía.
La tendencia actual por parte de los managers es otorgar la libertad necesaria para que los miembros del equipo adapten su trabajo a sus condiciones de vida.
Alta productividad
La evidencia ha demostrado que los resultados empresariales son directamente proporcionales al equilibrio entre vida personal y profesional.
Las organizaciones que arrojan mejores datos de productividad y valor para sus accionistas son aquellas en las que la flexibilidad está presente en todo su proceso. La flexibilidad implica libertad, autonomía y confianza.
Esta posibilidad de conciliar se presenta para todos los miembros de la plantilla independientemente de su género, por lo que contribuye de forma directa a cumplir el objetivo de igualdad en las empresas.
¿Existen leyes en nuestro país que respaldan la conciliación?
Durante el último año hemos sido testigo de cómo la conciliación cada vez está más presente en el mercado laboral. En nuestro país se está adoptando el marco europeo para la regulación de la conciliación familiar y laboral. Algunas de las novedades en esta materia introducidas en la normativa legal son:
- El art. 34.8 del Estatuto de los Trabajadores por el RD Ley 6/2019. Todos los trabajadores tienen derecho a solicitar las adaptaciones de la duración de la jornada de trabajo, la distribución de la jornada de trabajo, la ordenación del tiempo de trabajo y la forma de prestación, incluida la prestación de su trabajo a distancia. Esto es independiente de si un profesional tiene hijos o no o si su convenio empresarial contempla la conciliación o no.
- Plan MECUIDA: Art. 6 del RD Ley 8/2020 (y Real Decreto-ley 28/2020, de 22 de septiembre). Regula las medidas que favorecen la conciliación laboral, mediante el derecho de los trabajadores que acrediten deberes de cuidado a personas dependientes. Aquí se contemplan las circunstancias excepcionales relacionadas con la prevención de la extensión del COVID-19 a acceder a la adaptación o reducción de su jornada, con la consiguiente disminución proporcional del salario.
Alternativas para conciliar sin reducir la jornada laboral

Existen diferentes opciones a las que el trabajador se puede acoger para conciliar cumpliendo su horario completo. Antes de enumerarlas hay que tener claro que ninguna de ellas sería posible sin la flexibilidad como uno de los valores corporativos.
El que una empresa sea flexible en el ámbito laboral implica que cede a sus trabajadores la capacidad de controlar y distribuir el tiempo de sus tareas a lo largo de su jornada de trabajo. Por otra parte también contará con la libertad de decisión sobre la ubicación desde donde las realiza.
Flexibilidad horaria: libertad y responsabilidad
Veamos que alternativas existen para garantizar el cumplimiento de la jornada sin renunciar a la flexibilidad:
- Una App de gestión del tiempo; esta podría incluir una forma de fichar para los trabajadores mediante reconocimiento facial o un usuario y contraseña. También el registro del tiempo de entrada y ausencia podría realizarse mediante la web. Cada empresa decidirá la opción que más le convenga.
- Potenciar las comunicaciones internas; Implicar a todos los miembros del equipo independiente de su rango en este cambio resulta primordial. La comunicación debe de ser constante, fluida y efectiva. Cada trabajador debe de tener claras sus metas para cada jornada y cumplirlas al final del día.
- Monitorizar el desarrollo de las tareas; este sería el paso siguiente al anterior. La empresa debe realizar un seguimiento para comprobar que los plazos se están cumpliendo. En caso de surgir imprevistos, si existe un control, se podrá reaccionar a tiempo aplicando los ajustes necesarios. Esto evitará demoras y potenciará un mejor servicio al cliente.
- Medidas de productividad y rendimiento; mediante programas de software específicos se pueden recopilar datos del rendimiento y productividad de cada trabajador en su jornada de trabajo flexible. Esto nos dará una idea de si el plan está funcionando además de reforzar políticas de reconocimiento.
- Introducción de partes de trabajo; esto también puede hacerse de forma automatizada para que el propio programa vaya creando documentos que midan la evolución de las tareas. Algo muy util de cara a una auditoría futura.
Estas son algunas de las opciones que mejor están funcionando en la actualidad y que ayudan a las empresas a adaptarse a este cambio de paradigma profesional.
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