El futuro de las oficinas: ¿Adaptarse o morir?

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Si algo nos ha dejado claro la pandemia es la necesidad de reestructurar el concepto de espacio de trabajo que teníamos hasta el momento pre-covid. Ya no solo nos referimos a la distribución de las oficinas que efectivamente está sufriendo una transformación vertiginosa, sino también a lo que implica ir a trabajar a una oficina. Las empresas se enfrentan al reto de atraer a los profesionales a las mismas, ya que después de lo vivido en el 2020, prefieren optar por el teletrabajo y medidas de flexibilidad.

¿Cuáles son entonces las claves para que las oficinas se adapten a esta nueva forma de trabajar y permanezcan en el futuro?

Distintas formas de trabajar requieren oficinas diferentes

Según un reciente estudio realizado por IESE y Savills Aguirre Newman, tras la pandemia del 2020, tan solo un 4% de los profesionales quieren volver a trabajar en la oficina todos los días. Por otra parte, tan solo el 14% de los mismos desean trabajar en casa de forma continua de lunes a viernes. Esto quiere decir que algo ha cambiado y ya no queremos volver a trabajar como antes. Necesitamos cambios, evolucionar hacia un tipo de trabajo híbrido entre la presencialidad y el remoto. Para ello la estructura de los edificios en los que se realiza la actividad también debe modificarse.

Actualmente las organizaciones se encuentran en pleno proceso de transformación y reflexión. Se barajan cuestiones como la flexibilidad plena, la semipresencialidad, la rotación de turnos y la reestructuración de las oficinas para poder adaptarse a todos estos cambios.

¿Cuál es el papel que siguen jugando las oficinas?

La pandemia ha demostrado sobretodo en nuestro país que el teletrabajo es rentable y productivo. Por otra parte la flexibilidad horaria y trabajo en remoto se ha convertido en un requisito indispensable tanto para retener talento como para captarlo.

A pesar de esto, la presencia física sigue siendo fundamental para aspectos como la socialización entre profesionales, la creación del vínculo entre ellos, el aprendizaje colectivo y la transmisión de los valores corporativos.

Las oficinas siguen conservando por tanto su papel institucional, de espacio de relación con el cliente y escaparate de la marca y cultura corporativa.

Experiencia atractiva también para el talento

Si cuando hablamos de clientes sabemos que su experiencia con nuestra marca será el factor más relevante a la hora de repetir o no con nosotros, cuando hablamos de talento ocurre lo mismo. El hecho de que la empresa ofrezca una experiencia motivadora y satisfactoria al trabajador será un imán para atraerlo hacia la misma. Pensemos que antes los trabajadores acudían a la oficinas por obligación, ahora se convierte en misión para las empresas atraerlos a las mismas. Si la experiencia es positiva, el profesional preferirá quedarse en tu empresa que irse a otra aunque la remuneración sea más elevada.

Ir a trabajar a la oficina debe de ser algo motivador, que genere un sentido de pertenencia y orgullo hacia la marca y el equipo. Ya no acudimos a la oficina simplemente a enviar emails o realizar llamadas a clientes, por ello, los espacios también tienen que ser rediseñados.

5 Características clave de las nuevas oficinas

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1- Híbridas

Los espacios deben adaptarse para realizar trabajo presencial y en remoto, esto quiere decir que también deben de poder integrar a los profesionales que trabajan desde la distancia. Para ello, es necesario echar mano de las nuevas tecnologías y por ejemplo, en la sala de reuniones situar pantallas a la misma altura para que de esta forma los trabajadores presenciales estén a la misma altura que los digitales. Esto es lo que han hecho empresas como Google. También se pueden utilizar softwares para compartir pizarras en la que todos pueden escribir a mano.

2- Abierta a exteriores

En las zonas de clima mediterráneo y templads esto ya es una realidad. Abrir las oficinas hacia el exterior. Crear espacios que coexistan en el interior y exterior de los espacios. Ciudades de clima más frío como Nueva York o Londres también han optado por esta alternativa.

3- Volante

Las oficinas se acercan a la rotación de turnos presenciales. Esto quiere decir que no todos los días acudirán a ellas las mismas personas, por lo que los puestos de trabajo no serán fijos sino volantes. Habrá espacios colaborativos y otros de concentración. Lo ideal es que el diseño de las salas sea flexible, con mamparas y ruedas para transformar los ambientes según las necesidades.

4- Lúdica y saludable

Como comentamos, las oficinas son también un lugar de socialización, por lo que los espacios deben de estar adaptados a este fin. Zonas de ocio, de relajación y de café junto con espacios saludables y fitness. Algunos ejemplos serían: la integración de sistemas de purificación de aire, filtrado del agua, iluminación, confort acústico y de climatización. Gimnasio, parking para bicicletas, duchas y vestuarios, políticas de bienestar corporativo, sesiones de yoga, zumba o meditación.

5- Ecológicamente sostenible

La sostenibilidad es una realidad que debe de practicarse en las empresas. Aplicación de políticas para reducir la huella de carbono, primar la madera, usar energía verde, reciclar aguas pluviales o crear cubiertas vegetales. El teletrabajo, es clave por la reducción de emisiones de los desplazamientos.

La pandemia ha abierto la puerta a nuevas formas de trabajar que han llegado para quedarse. Si cambian los hábitos profesionales de las personas también han de hacerlo las superficies donde se ejerce.

¿Cómo ha afectado la pandemia a la reestructuración de tu oficina?

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