La tercera década del siglo XXI (o sea, esta) será recordada como aquella en la que se consolidó el trabajo híbrido. Cuando el modelo “vivir para trabajar”, que hace que supeditemos nuestros intereses a la obligación de estar aquí y ahora cuando diga el jefe, se convirtió en algo totalmente obsoleto. ¿Estás preparado para la nueva era?
¿Cómo se hace semejante transición? Sería pretencioso por nuestra parte tratar de resolver de un plumazo una cuestión tan compleja. Sin embargo, creemos que hay dos principios básicos y cinco directrices generales cuya aplicación en cualquier organización y en cualquier modelo de negocio pueden resultar muy provechosa. Allá que vamos.
Principio 1: empodera a tus líderes
Los jefes de equipo tienen que disponer de los medios necesarios para que puedan tomar las decisiones que les corresponden. Y no hablamos (necesariamente) de herramientas tecnológicas o de recursos económicos, sino de confianza y autonomía. Son los cimientos sobre los que empezar a construir.
Lo decimos porque este binomio debe sostener también la relación entre el líder y los miembros de su equipo (tanto en el trabajo remoto como en el trabajo presencial). Y esto no solo por una cuestión operativa, sino también para que puedan dar ejemplo a través de sus prácticas: trabajando por resultados, delegando decisiones, reconociendo méritos…
Principio 2: da voz a tus empleados
Si aspiramos a integrar el modelo de trabajo híbrido en nuestra cultura de empresa de manera exitosa, los empleados deben intervenir. No quita que la organización plantee una cultura organizacional y unas “reglas del juego”, faltaría más, pero un feedback bottom-up suele revelar perspectivas que no se ven desde arriba.
Qué te vamos a decir nosotros; una manera idónea de conocer el nivel de satisfacción laboral de tu organización y escuchar a tu talento es utilizar tecnología de apoyo que haga más fluida la comunicación. En el modelo híbrido, el bienestar laboral es un ingrediente básico para que la estrategia que adoptes sea eficiente.

Las cinco directrices para el trabajo híbrido exitoso
Muchos managers y jefes de equipo miran con suspicacia el modelo híbrido (y tienen sus razones). Estas cinco directrices pueden ser reveladoras para saber cómo tender a unas buenas prácticas de gestión de trabajo híbrido:
Educa a los líderes…
La bajada de productividad, la falta de visibilidad o el riesgo de micromanagement no son intrínsecos al trabajo remoto. Debemos entender que la hibridación puede disparar la motivación y el compromiso, fidelizar el mejor talento y contribuir a sostener organizaciones más eficientes.
…y entrénalos
Como nadie nace aprendido, es necesario ofrecer a los líderes (desde los altos niveles ejecutivos a los puestos intermedios) ese know-how que fortalezca sus habilidades de gestión, en especial de gestión emocional, específicamente para aprender a conjugar y sacar lo mejor de ambos modos de trabajo.
¿Tienes un plan?
No se trata de dar rienda libre a cada uno para que vaya y venga cuando quiera; por desgracia, los modelos Xdíasremotos + Xdíaspresenciales tampoco sirven; resultan demasiado rígidos. Define los momentos de presencialidad que aportan valor y parte de ese punto para trazar tu estrategia híbrida.
La inclusión no es una opción…
Suena a eslogan facilón, pero no. La falta de visibilidad es realmente un riesgo; el manager siente que pierde el control y el empleado se siente aislado. Las prácticas inclusivas de liderazgo tratan por igual a todos los empleados sin importar su localización y combinan la comunicación física y en línea.
…y la diversidad, tampoco
Al mismo tiempo, cada empleado es diferente. En sus aptitudes, sus habilidades, sus potenciales, sus expectativas o sus proyectos. El modelo híbrido es ideal para ayudar a desarrollar talento o facilitar la conciliación laboral; dos formas perfectas de generar engagement a través de la empatía y el reconocimiento.
Para saber más…
Si buscas más información sobre cómo gestionar equipos híbridos, puedes profundizar leyendo [esta otra entrada de nuestro blog LINK!!! BLOGPOST Modelo hibrido de trabajo hay que vivirlo…] sobre los desafíos que deben afrontar los managers.