A la hora de comunicar nos enfrentamos a un dilema perenne. Si queremos hacer llegar nuestro mensaje a nuestro interlocutor, ¿debemos adaptar ese mensaje a las características de ese interlocutor, o eso implica una pérdida de autenticidad en el propio mensaje? Dicho de otra forma: ¿puede haber comunicación sin autenticidad?
Este dilema articula nuestro webinar del 18 de mayo de 2022 que la coach y formadora Eulàlia Tort tituló El poder de la autenticidad , un dilema que le fue planteado en una de sus charlas formativas. Hay que decir que ha sido uno de los webinars más inspiradores que hemos realizado hasta la fecha, y no son pocos los que llevamos. ¿Te interesa? Sigue leyendo.
¿Para comunicar bien hay que ser un buen actor?
Cuando nos formamos en ese escurridizo arte que es comunicar se nos enseña a veces que hay que dominar ciertas estrategias y saber reformular el discurso en función de la audiencia y su estado. Y no deja de ser cierto hasta cierto punto, o como táctica. Pero la verdad profunda es que puede ser contraproducente adoptar otra identidad, si se entiende como “interpretar” un papel.
Esta es una llamada no a dejar de trabajar las técnicas comunicativas, faltaría más, sino a prestar atención a sus fundamentos. Para ser buen líder o buen miembro de un equipo hay que desempeñar las funciones que correspondan; y la comunicación en sus diferentes facetas (las de informar, explicar, convencer, motivar) es una de esas funciones.
En esta lista de verbos echamos de menos otros igualmente ligados a la comunicación. Compartir, entender, conectar, por ejemplo. Eulàlia nos propone como “definición” del hecho comunicativo la de “vocación sincera por conectar”. Se aprecia la idea claramente en el contexto de feedback: se trata de expresar tu opinión, pero tu opinión orientada a contribuir al crecimiento del otro.
¿Por qué es difícil comunicar en la empresa “de verdad”?
Difícil pregunta. ¿Es una cuestión, básicamente, de falta de capacidad, de entrenamiento? Puede ser. ¿Podría ser también, en cierta manera, miedo? ¿Miedo a no conseguir hacer llegar el mensaje? ¿A no encajar con lo que se espera de ti? ¿A mostrar una faceta tuya que no sea la “adecuada”? ¿A que te pillen en un “renuncio”? ¿A no encajar con alguno de los puntos del decálogo de la cultura corporativa?
Tort nos deja una reflexión cuando menos turbadora: si a la hora de comunicar no eres tú (adoptas otro rol), ¿quién estás siendo? En ese sentido queremos resaltar el binomio autenticidad-verdad. No en ese sentido de “honestidad brutal” y mal entendida, sino en el colocarnos en una posición honesta.
No dudes en plantear abiertamente tu duda y tu objetivo: ¿qué hace falta para que nuestra comunicación sea eficaz? A veces, simplemente, nos olvidamos de qué quieres que se lleven a casa los que te escuchan…

Qué podemos hacer para comunicar con autenticidad
Los elementos básicos para una comunicación auténtica: personalidad y coherencia en el ser-hacer-decir. Esto, por supuesto, no sale como un champiñón después de llover. Hay que irlo construyendo…
¿Cómo? He aquí una lista de best practices:
- La comunicación auténtica es un “nosotros”. Influencia mutua. Para comunicar, escuchar activamente (sin interrumpir, sin estar pensando en lo siguiente que vamos a decir en lugar de atender) es tan importante como hablar. ¡Asume el riesgo del diálogo y no del monólogo!
- Aprovecha el flow. Ponte hiphopero y sencillamente “deja que fluya”. Si quieres ponerte más sesudo, véase la teoría del flujo de Mihaly Csikszentmihalyi: el flow es “un estado en el que uno se siente completamente absorto en una actividad que proporciona placer y disfrute”.
- La valiosa herramienta del rapport. También asociada a veces a la técnica del espejo, este conjunto de técnicas verbales y físicas sirve para generar un contexto de conexión, empatía y receptividad entre los interlocutores. Se trata de sintonizar; esta es la palabra clave.
Al final, se trata de naturalidad en el lenguaje (verbal y físico), de humildad en la actitud, conteniendo el ego, y de valentía: hay que atreverse a mostrarse.
Y la autenticidad se puede contagiar. Para ello, es seguramente imprescindible que los líderes de los equipos generen espacios seguros donde se acepte el error, se admita la diversidad, se predique con el ejemplo y, que en último término nos lleva a nuestras viejas obsesiones en Happyforce: honestidad, confianza, feedback…
Apostemos por la comunicación del ser, no del parecer
Por cierto, hablando de feedback, ¿sabías que en Happyforce tenemos un tipo de feedback de mejora basado en el concepto de comunicación no violenta de Rosenberg? Ahí queda eso…