En las dinámicas laborales se entrecruzan numerosos factores que están directamente relacionados con una productividad baja, pero unos son más tangibles que otros. Tres de ellos que están íntimamente relacionados con la salud mental son el miedo, el estrés y el sufrimiento laboral, que preocupan especialmente en los departamentos de gestión de talento por compleja retroalimentación que ejercen entre ellos.
Por fortuna, cada vez contamos con más y mejores formas de medir y analizar estos tres factores, sea de forma directa o indirecta, que no ayudan a orientarnos a la hora de tomar decisiones para reducirlos en nuestras organizaciones. Desde luego, los datos sobre estrés en el trabajo son un buen punto de partida para tomar conciencia del problema y del alcance de su impacto.
Una de cada cuatro bajas es por estrés
El 54 % de la población activa española declara haber sufrido estrés en el trabajo, y está detrás del 25 % de las bajas laborales en España (el segundo motivo, por detrás de los trastornos musculoesqueléticos). ¿Qué tal como titular? Aparte de darnos este y otros preocupantes números, en este artículo de Capital se señalan algunos “factores de riesgo”:
- Falta de apoyo organizacional
- Dificultad para desconectar del trabajo
- Ausencia de liderazgo humanista
- Auge del síndrome del impostor
- Angustia ante un futuro incierto
Se puede ver a simple vista que es bastante habitual sufrir en el trabajo, pero no queda claro cuál de estos factores es causa y cuál es efecto, porque de hecho es igualmente evidente que están interrelacionados. Enseguida volveremos sobre ellos, pero de momento, un corolario: el sufrimiento laboral es sabido, pero mal conocido.
“El estrés laboral se encuentra en aquellas personas que son incapaces de poner límites en su trabajo.”
Enric Valls, psicólogo
Enganchados al trabajo, pero para lo malo
La dificultad de desconexión es el factor que resalta este artículo de RRHHDigital: solo el 23 % de los trabajadores españoles es capaz de desconectar completamente de su trabajo en su tiempo libre, y el 20 % no desconecta en absoluto. Se atisba fácilmente el burn-out en el horizonte… Pero ¿qué hay detrás de esta falta de desconexión?
Parece ser, partiendo del mismo informe sobre salud laboral 2022 de Cobee, que el origen podría ser doble:
- Por un lado está la sobrecarga de trabajo como la causa primordial, que se percibe en el 87,7 % de los casos, muy por encima de la conciliación (20,7 %) o la toxicidad del ambiente de trabajo (17,6 %).
- Por el otro está la ausencia de apoyo emocional por parte de la organización, que denuncia un 68 % de los encuestados.
Así, la fórmula que combina una organización que exige demasiado al empleado sin dar a cambio ninguna contrapartida en forma de reconocimiento sería un caldo de cultivo idóneo para el estrés laboral, manifestado masivamente en el síndrome del trabajador quemado.
El coste del estrés
Todavía podemos seguir encadenando problemas para la organización ligados a la salud mental de la fuerza de trabajo. El absentismo sería tal vez la consecuencia más visible y la magnitud más fácil de ponderar.
Según AMAT (Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo), el estrés provoca pérdidas anuales de más de 25.000 millones de euros; si sumamos lo que se deja de ingresar llegamos a los 80.000 millones.
Pero hay más datos significativos, por ejemplo en el informe State of the Global Workplace 2022 de Gallup. Sentimientos como la tristeza, la angustia o la ira han ido al alza en la última década (entre 2 y 13 puntos porcentuales). En el caso concreto de España, el dato de engagement es alarmante: ocupa la posición 35 de 38 países en una Europa que ya es de por sí la región con menos empleados comprometidos del mundo.
Cerramos esta batería de números con algunos datos procedentes de este otro informe de Adecco, poniendo el acento en el siempre importante factor del liderazgo: el 64 % de los empleados españoles (muy por encima de la media mundial de 57 %) considera a sus lideres incapaces de observar signos de enfermedad mental (no digamos ya el más sutil sufrimiento laboral).
¿Cuánto bienestar laboral tienes en tu organización?
Nosotros creemos que en 2023 recuperaremos los niveles de felicidad previos a la pandemia, pero el sufrimiento laboral seguirá siendo una realidad que puede afectar de manera insidiosa a las organizaciones; ¡el primer paso es verlo!
