¿Alguna vez te ha dado por hacer una búsqueda en san Google escribiendo “tipos de liderazgo”? Para volverse locos, ¿verdad? Pareciera que cada persona a la que le ha dado por escribir sobre el tema haya pensado que lo mejor sería hacer su propia tipología, en un alarde del clásico “quítate tú para ponerme yo”.
Resultado de una combinación de rasgos de personalidad, patrones de comportamiento y habilidades y competencias, lo más probable es que haya tantos tipos de liderazgo como personas son en el mundo. No los hemos contado, a decir verdad. Pero hay un estilo de liderazgo que nos llama mucho la atención: el liderazgo humanista.
Los infinitos tipos de liderazgo
La diversidad en cuanto a tipologías de perfiles de líderes que encontramos en la literatura especializada es el mejor indicativo de la complejidad de semejante tarea, ya que existen multitud de factores que intervienen en la gestación y el desempeño del liderazgo. Pero eso no quiere decir que no podamos reconocer muchos y muy válidos arquetipos en algunas de estas tipologías.
Un buen punto de partida es el ya clásico trabajo de Henry Mintzberg que distingue diez roles de gestión a partir de tres ámbitos (gestión de personas, gestión de información, gestión de decisiones). O la tipología de ocho arquetipos de liderazgo de Kets de Vries, que también creó un test de autoconocimiento al respecto llamado CAL.
Retenemos una valiosa lección de estos dos grandes expertos: en realidad, todos tenemos un poco de este y un poco de aquel. No existe el gestor que negocia exclusivamente, ni el líder estratega puro. El secreto está en saber aplicar el estilo adecuado en el momento adecuado.
Teoría, emociones y polos
Un buen esfuerzo de síntesis, algo variopinto pero que remite a los trabajos de Lewin (teoría del liderazgo), Goleman e. a. (liderazgo emocional) y Bass (polo transformacional vs. polo transaccional), y que matiza entre los conceptos de líder, gestor y jefe, es el de la gente de Asana; de ahí extraemos la siguiente lista de estilos (alguno seguro que te suena).
Teoría del liderazgo (en todo líder predomina uno de estos estilos):
- Autoritario: con buena visión de conjunto, privilegian el control y las decisiones centralizadas.
- Participativo: es inclusivo, facilita la toma de decisiones en equipo y la distribución de tareas.
- Por delegación: fomentan la autonomía del equipo, no forman parte del mismo y dan poco feedback.
Liderazgo emocional (los líderes combinan estos estilos basados en emociones):
- Visionario: tienen claros los objetivos, son buenos inspirando y motivando.
- Coaching: se les da bien mejorar a los demás y tienden a estar muy presentes.
- Afiliativo: carismáticos, centrados en fomentar sinergias emocionales.
- Democrático: fomentan la participación, empodera a los miembros del equipo.
- Ejemplar: marcan el paso, rinden mucho y pueden ser muy exigentes.
- Dominante: muy directivo, eficaz en momentos de crisis, a veces desmotivador.
Polos de liderazgo (los líderes se aproximan más a uno u otro de estos extremos):
- Transformacional: motivación personal, basada en el desarrollo profesional.
- Transaccional: motivación monetizada, a partir de un programa de incentivos.

El liderazgo humanista como nuevo paradigma
En paralelo a todas estas teorías, estilos, rasgos o como queramos llamarlos está apareciendo un nuevo perfil de líder: el líder humanista. Encontrarás muchas definiciones, pero la que más nos gusta, sin duda es la que dice que se trata de poner al ser humano en el centro, por encima de lo que pueda aportar a la organización como una parte de la misma (y, por supuesto, de los beneficios).
Un modelo bien desarrollado es este de Craig Nathanson, en el que se parte de un ejercicio de autoconocimiento para pensar en lo que llama “sistema de acciones y consecuencias”, para llegar por fin a un liderazgo en el que se conjugan habilidades, estilos y rasgos con una estrategia: tener en cuenta a las personas es bueno para la organización a largo plazo.
¿Te parece difícil ejercer un liderazgo de este tipo? En realidad, es algo que todos sabemos de forma instintiva, aunque pueda resultar difícil plantearlo de manera argumentada (sobre todo en algunos foros más old school) e implementarlo sin poner la organización patas arriba. Bueno… a lo mejor, en algunos casos, esa sea la misión profunda del líder humanista…
Los líderes, mejor humanos
Puedes apoyarte en la tecnología para medir la felicidad, dar y recibir feedback o comunicar reconocimiento; para ser líder debes tener visión, estrategia… y humanidad.