Liderazgo cultural: las claves para ejercerlo con impacto

No hace falta irse a Henry Ford o a Steve Jobs para buscar casos de liderazgo cultural empresarial. Todos tenemos en casa varios líderes bien dotados para ejercer un cambio cultural corporativo; el caso es descubrirlos y enviarlos a obrar el milagro (o sea, que la cultura corporativa genere mejores rendimientos laborales).

Porque eso es de lo que se trata el liderazgo cultural en última instancia. De tomar consciencia de nuestra cultura corporativa y saber transformarla. Y de ser conscientes de que la transformación no termina nunca, pues debe ir aparejada con los valores de sus miembros que, lógicamente, también van cambiando…

Pero para no perdernos en disquisiciones filosóficas y que todo esto no se quede en agua de borrajas, te hablamos de forma resumida de quién es un líder cultural y qué aporta, cuáles son los elementos esenciales de su tarea y cómo analizar su impacto real en la organización.

Definiendo el liderazgo cultural en una organización

La cultura de una organización es su forma de entender el mundo y hacer las cosas, de acuerdo. Pero cuando hablamos de liderazgo cultural, hay que entender que el propio concepto va asociado a la noción de cambio.

Esto supone una importante evolución desde las primeras aplicaciones de la noción de cultura organizativa a las empresas, en las que se entendía que el liderazgo cultural consistía en transmitir machaconamente una imagen de cómo queríamos ser (y no cómo éramos) para tratar de hacer encajar a nuestra fuerza de trabajo en ese modelo ideal.

Ahora sabemos que no atraes o retienes el talento que necesitas diciéndole cómo quieres que sea tu cultura corporativa, sino adaptando esa cultura corporativa. Por si no ha quedado claro, ¿quién rinde más, un empleado al que le dicen cómo tienes que ser y actuar, o un trabajador cuya forma de ser y actuar encaja en su organización y en su puesto de trabajo?

Pues ese es el rol del líder cultural (al que tal vez deberíamos llamar mejor “líder transformador”): acompasar la “doctrina” cultural (que es estratégica y viene de arriba, si bien debe basarse en lo que está alrededor) con las necesidades de negocio por un lado y, por otro, con la potencialidad del talento que tiene y del talento que viene.

Lo básico para liderar la transformación cultural

Dar un sentido a la experiencia de empleado, incentivar valores positivos y orientar estratégicamente los estilos de liderazgo. Estas son, a nuestro modo de ver y sin entrar en más matices (otros lo han hecho ya), las tres claves básicas del liderazgo cultural.

Así, el perfil ideal del líder cultural podría ser:

  • Dotado de capacidad de acción y para la toma de decisiones.
  • Capaz de alinear visión, estrategia y comportamiento.
  • Realista planteando objetivos inmediatos, pero con visión a largo plazo.
  • Convencido del valor del capital humano.
  • Sensible a la diversidad y con espíritu de inclusión.
  • Consciente del potencial del employer branding.
  • Abierto a la innovación, creativo, imaginativo.
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Medición, análisis y evaluación

Ahora que sabemos todo esto, ¿cómo sabemos que nuestros esfuerzos están surtiendo el efecto deseado? ¿Hay un impacto real en la hoja de resultados, o esos resultados cambian por otros factores que nada tienen que ver con la cultura, la transformación ni el liderazgo?

Hasta hace poco tiempo, esto era casi una cuestión de fe. La pretensión de medir, analizar y evaluar de forma fiable cuestiones como el peso específico del líder en el cambio, el sentimiento de pertenencia y el alineamiento del empleado con los valores de la compañía, o la relación entre cultura y rendimiento se ha hecho posible al “descubrir” la variable elemental: el bienestar laboral.

Con la llegada de herramientas tecnológicas refinadas basadas en IA y big data es cuando hemos sido capaces de dotar de un contenido robusto a ese concepto de “felicidad en el trabajo” tan huidizo hasta ahora, y que nos permite comprobar si un liderazgo cultural adecuado está generando la transformación cultural adecuada.

Tú decides qué cultura guía tu organización

La interrelación entre cultura, liderazgo, bienestar y desempeño es sin duda compleja y multidireccional; la buena noticia es que está en tus manos guiarla en la dirección que quieres.

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