Existen relaciones profundas y con frecuencia complejas entre lo que llamamos aprendizaje continuo y cultura de feedback. O sea, en las formas operativas en las que podemos mejorar nuestra organización y a nosotros mismos ayudándonos entre todos y compartiendo conocimientos y perspectivas. De hecho, es uno de los aspectos más difíciles de implementar desde el departamento de gestión de talento.
Te invitamos a saber un poco más con nuestro webinar del 29 de marzo de 2023: “Aprendizaje continuo basado en el feedback 360”. En esta edición de nuestros Happy Talks, el maestro Florent Amion (Vygon España, Fundación Hospital Optimista) nos da su perspectiva basada en la experiencia sobre cómo se integra de forma práctica esta noción con la felicidad en el trabajo.
Feedback 360, amor y lo que hay entre medias
El concepto de feedback 360 lleva años con nosotros, y siempre con un rastro de polémica, defensores y detractores. Dejémoslo en que es complicadillo aplicarlo bien, porque no es fácil ser juez y parte y a nadie le gusta sentirse en el centro del panóptico; pero si se consigue, puede dar estupendos resultados.
En el caso de la organización de la que forma parte Florent Amion, el punto de partida para una gestión de talento centrado en las personas y en una cultura de feedback es el amor. Como lo oyes. Desde la perspectiva de la gestión de personas el amor es respeto, es comunicación, es confianza, es ante todo gratitud.
Es esencial tener claro que el propósito del feedback es crecer, tanto la organización como las personas que la integran. Y que ese crecimiento pasa, entre otras cosas, por aprender. Y que el aprendizaje continuo es la forma óptima de compartir conocimiento. Para ello, no caben egos, rivalidades, miedos; se trata de un análisis conjunto y colaborativo a partir de esta perspectiva.
Los puntos de mejora, una oportunidad
Para aterrizar todo esto en la realidad, en el principio está el reclutamiento, nos cuenta Amion. El perfil deseado es el del líder humanista. Luego viene el entrenamiento; porque nadie nace aprendido, y porque cada organización tiene sus necesidades y requisitos particulares. Por último, se genera un caldo de cultivo alineado con el coaching (¡no se trata de hacer crítica destructiva!).
Así, el concepto de aprendizaje continuo es inseparable de la noción de los puntos de mejora como oportunidades de progreso activo. Así se evita al mismo tiempo caer en esa tendencia al feedback positivo gratuito que todos conocemos, y también caer en el feedback de enfrentamiento, igualmente contraproducente.
Una de las prácticas posibles (la que Florent nos pone como ejemplo) es seleccionar los mejores feedbacks y someterlos a juicio colectivamente; los mejor valorados, los que aportan algo al aprendizaje y por tanto a la mejora (de procesos, de comunicación, de clima laboral, lo que sea), reciben una recompensa.

Una estrategia y una herramienta de aprendizaje continuo
Como vemos, un mecanismo eficiente de recopilación, análisis y gestión del feedback es fundamental. De manera que, por ejemplo, el feedback que podríamos llamar de gratitud será público e inmediato, pero el feedback de mejora llegará anonimizado, agregado y filtrado al líder de equipo; y si se detecta un patrón específico es cuando será necesario un trabajo por parte del líder de equipo con el miembro del equipo.
Así, sobre la base de las estrategias de feedback adecuadas y con la ayuda de una herramienta refinada se pone el acento en el aprendizaje continuo, que es lo que queremos, evitando por así decir cazas de brujas objetivas o sentimientos de persecución subjetivos, así como vanos brindis al sol.
Al final, todo remite a un modelo de gestión común, holístico y concreto. Es un trabajo arduo, largo y complejo, explica Florent Amion, cuyos resultados no se dan de forma automática ni inmediata. Pero si entendemos el feedback (vertical, horizontal y hasta diagonal) como un regalo, estamos en el punto de partida correcto. Luego toca trabajar para sacarle partido a ese regalo.
Entre todos es más fácil
Una cosa es tener una buena actitud hacia el aprendizaje continuo, y otra es saber orientarlo y ejecutarlo en la organización. Para eso están los demás…