Tecnología y felicidad en el trabajo, ¿amiga o enemiga?

En Happyforce somos partidarios decididos del empleo de nuevas tecnologías en la búsqueda del bienestar laboral, ¡pero no a cualquier precio! Somos muy conscientes de que tecnología y felicidad en el trabajo tienen una relación complicada que hay que entender bien para que no sea nociva para nuestro talento, nuestros equipos y nuestra organización.

Esta entrada es un alegato para un uso responsable y saludable de la tecnología en el ámbito laboral. Y también para un uso eficiente en el que las ventajas pesen más que los inconvenientes. Para ello, recordamos los pros y contras más importantes, señalamos el fundamento del uso sabio de la tecnología y apuntamos cómo obtener los beneficios evitando los perjuicios.

Cal y arena

Disquisiciones filosóficas aparte y aterrizando el binomio en el territorio de los recursos humanos, recordamos los aspectos esenciales en los que hay un impacto tecnológico en la felicidad, en sentido positivo primero y negativo después.

La tecnología es nuestra amiga cuando…

  • Nos hace más eficientes y productivos. La automatización de tareas repetitivas es seguramente lo mejor de todo, dejándonos tiempo para cometidos más significativos.
  • Nos ofrece flexibilidad y equilibrio. El trabajo en remoto y la flexibilidad horaria allanan el camino hacia la conciliación familiar y el equilibrio personal-laboral.
  • Mejora nuestra comunicación. Estamos en la era de la comunicación, con canales diversos, ágiles, dinámicos, personalizables, multimedia…

La tecnología es nuestra enemiga cuando…

  • Nos satura de información. La metáfora perfecta fue aquella fiebre de descargarse toooda la discografía de todos los grupos musicales que se te ocurrían…
  • Nos genera dependencia. La armonía entre tecnología y felicidad en el trabajo exige necesariamente evitar el aislamiento y saber desconectar.
  • Produce una brecha digital. El acceso y el dominio de competencias tecnológicas y digitales trae nuevos desafíos de inclusión (ineficiencias, frustraciones).

Nadie puede pensar por ti (ni quieres que lo haga)

En el punto donde se encuentran tecnología y felicidad en el trabajo está el sentido de la vida; un temita que se las trae, desde luego. Porque, a poco que lo pensemos, ¿qué tendrá que ver la velocidad con el tocino? Algo así viene a decir Kostadin Kushlev en este artículo de Dan Pontefract: hay decenas de factores con más impacto en la felicidad que la tecnología.

tecnología y felicidad en el trabajo 1

En el ámbito de la gestión de las organizaciones, mal vamos si creemos que la tecnología nos va a arreglar la vida (o que va a ser la causante de nuestros males). Es una herramienta poderosa (y seductora), pero su uso debe subordinarse a (e ir en sintonía con) la cultura organizacional, nuestro propósito y nuestros valores, y por supuesto nuestras características, necesidades y estrategias.

Vuelta de tuerca interesante: dicen los estudiosos que la felicidad, aparte de intervenir en la relación entre satisfacción laboral y rendimiento en el trabajo, “influye en la relación entre la actitud haca la tecnología digital y el rendimiento laboral”. O sea, que las personas felices afrontan las problemáticas que plantea la innovación tecnológica de una manera más positiva (mejor predispuesta).

¿Cómo nos quedamos solo con lo bueno?

Desengáñate, no se puede; o sea, que si utilizamos tecnologías en nuestra organización esto tendrá repercusiones muy positivas y otro no tanto. Otra cosa es que seamos capaces de maximizar lo bueno y minimizar lo malo, ¡esto sí que se puede! ¿Cómo? Un puñado de reglas de oro que nos dicta la experiencia:

  • Una estrategia rectora sensata. No podemos fiarlo todo a la última herramienta digital de moda si no queremos que la cosa se nos vaya de madre…
I'm sorry, Dave. I'm afraid I can't do that.
  • Parte de un liderazgo humanista. El mejor antídoto contra la “tecnologitis” es un liderazgo basado en valores humanistas.
  • Prepara un plan de contingencia. Sabiendo cuáles pueden ser las repercusiones negativas del abuso tecnológico, diseña acciones para contrarrestarlas.
  • No pierdas la perspectiva. Seguramente el propósito de tu organización no sea la hipertecnologización, ¿no? Pues no lo olvides nunca.

La tecnología es una herramienta; ni más, ni menos

Tecnología y felicidad en el trabajo pueden ir armoniosamente de la mano en el seno de tu organización… Si sabes cómo.

Lectura recomendada