¿A quién le importa la felicidad en la empresa? ¿Es un beneficio para los empleados solamente? ¿Es cosa de gestión de personal o del chief happiness officer? Pues resulta que también es importante, y mucho, muchísimo, para la dirección general. Si no te has dado cuenta todavía… Bueno, nunca es tarde, ¡sigue leyendo!
Es el tema de nuestro webinar Happy Talks del 18 de octubre de 2023, que titulamos “La felicidad desde el punto de vista de un CEO”. Es un caso de uso con Philippe Hunziker, CEO y gerente de la librería Sophos (Guatemala) y cliente de Happyforce (y de los que mejor puntúan, por cierto). Aquí resumimos su experiencia desde su perspectiva como director general.
¿Por qué medir la felicidad?
En el caso de Philippe y Sophos, todo empezó cuando percibió que, conforme crecía la librería, necesitaba mejorar el sistema de toma de decisiones en la organización. La idea de partida era poder delegar. El punto de partida fue la metodología de gestión estratégica de Franklin Covey (las cuatro disciplinas de la ejecución).
Esta metodología (centrada en un cambio de cultura organizacional orientada a la colaboración, la transparencia y el análisis de datos) les dio buenos resultados en ventas y les ayudó a crecer, pero todavía existían dificultades en la comunicación interna, en especial entre departamentos. O eso creyó él. En realidad, era un problema de cultura y felicidad en la empresa.
¿Cómo llegó a esa conclusión? Leyendo este libro de Ben Horowitz y descubriendo cierta disonancia cognitiva entre lo que creía que era su proyecto y lo que hacía realmente en su día a día. En ese contexto, utiliza Happyforce como “termómetro para saber cómo el trabajo en cultura llega a todos los niveles y para recibir feedback sobre el impacto”.
¿Felicidad es productividad?
Un momento, aquí hay un salto: ¿trabajar la cultura, recibir feedback, qué tiene que ver con promover la felicidad organizacional? Respuesta rápida: en este caso no se trata de hacer más felices a los empleados para que sean más eficientes, sino al revés: empleados más eficientes (con mayor capacidad de decisión, que se saben escuchados, ergo más motivados, más comprometidos) es igual a empleados más felices.
Así activó Hunziker el círculo virtuoso de la felicidad en la empresa. En Sophos todos los miembros de la organización saben por qué hacen lo que hacen y creen en ello (aparte de hacerlo, claro). Existe esa conexión o alineamiento con el propósito del que siempre hablamos. Y hay una “línea de retorno”, por así decir, para ajustar lo que funciona mal o deja de funcionar.
En ese sentido entenderíamos la felicidad como una consecuencia de una cultura de empresa bien definida, no como una causa de la productividad. Dejando a un lado que ambos fenómenos se influyen mutuamente, es difícil dejar de ver que autoliderazgo y feedback son las plataformas sobre las que se levantan ambos fenómenos, intrínsecamente relacionados entre sí. A medio y largo plazo, lo no puede ser sin lo otro.

Tus empleados, tu mayor activo
Fíjate que Philippe Hunziker remacha una y otra vez que la cosa no es vender libros, sino generar una comunidad con los clientes en la que los empleados son (evidentemente) parte imprescindible; lo de vender libros vendrá después, y será más y mejor. Y lo dice porque en la pospandemia sufrió una tasa de retorno laboral muy alta, y le sirvió para darse cuenta de la importancia de la fidelización de empleados.
“Es más fácil reemplazar clientes que empleados”, explica, y poder delegar exige personas felices (motivadas, comprometidas). Sabio aprendizaje. En este sentido queda claro que la felicidad en la empresa (repetimos, ser capaz de tomar decisiones y ser escuchado; no es tanto pedir, ¿no?) es una palanca de impulso muy poderosa.
El secreto y también lo más difícil según Hunziker es aprender a potenciar a los demás. En términos prácticos, en sus reuniones semanales son los líderes intermedios (y no él) quienes deciden de qué hay que hablar. Se centran en mantener sus scores Happyforce con notable alto, porque han comprobado su relación con los buenos resultados y les permiten localizar exactamente los problemas.
Haz empleados felices ¡y todo irá mejor!
Para el CEO, ser feliz en el trabajo pasa por la buena marcha de la organización; sin la felicidad de los empleados, esto es muuuy complicado…